El Viernes fue un día movidito.
Después de reunirse el Rey con Pablo Mezquitas, que le cuadra mucho mejor por querencias y financiación, aparte de la recurrente tirria anticatólica, se presentó con sus palmeros ante los medios, si se fijan rara vez lo hace solito- aunque en tan magna ocasión la del niño no lo llevaba colgadito y estaría con la tata porque la iluminada es rica por casa, y desde que ha pillao asiento de gallinero, más- para dar una rueda de prensa que pasará a la historia por varios motivos y ninguno bueno.
Abrió la boca, y empezó a recitar con tono entre agresivo y encantado de haberse conocido, el Gobierno que iba a organizarle a Perico, que ya no es casta al parecer, con todos los ministerios de enjundia a su cargo- por descontado, ninguno "social"- se autoproclamó vicepresidente, y de puro milagro, y por no perder del todo las apariencias, le deja ser presi al socialisto.
Para colmo de recochineo y chulería, remató la humillación total con eso de que siempre debería estarle agradecido por esa sonrisa del destino, que dicho sea de paso, es una muy mejorable.
Aún no repuestos de tal desfachatez jamás vista anteriormente, asistimos atónitos a la vergonzante respuesta que apenas hizo un amago de sarcasmo inicial, para mostrar de inmediato a un titubeante Sánchez dispuesto a entregarse totalmente a los designios de quien acababa de insultar de tal modo no ya a su persona, sino también a su partido y a sus votantes...igual el pobre ni se percató tal es su enfermiza obsesión por alcanzar la Moncloa, pero fue más "el de los palotes" que nunca.
Los socialistas de la vieja guardia, y algunos de la nueva como Madina, sí se dieron perfecta cuenta a tenor de los tuits airados, y no es para menos; el de Rubalcaba en concreto parecía casi el certificado de defunción del propio Sánchez, al que esperan los cuchillos largos en el Comité Federal del día 30 que se rumorea que hasta se ha planteado suspender después de la movida interna.
Sin embargo, no se habían terminado las sorpresas.
Al filo de la noche ya, salió el presidente en funciones, que tras un encuentro con el monarca que se preveía plomizo, y en dirección al matadero que le tenían preparado con la excusa de una "investidura" que de antemano se sabía fallida, dio su propio campanazo, y declinó someterse en este momento a semejante espectáculo, pues otra cosa no era, y menos aún después del numerito de los anteriores repartiéndose ya el Gobierno.
Un movimiento táctico perfectamente lógico y de quien se conoce al dedillo las ordenanzas y reglamentos por otra parte, ya que la experiencia es un grado, aunque ahora no esté de moda recordarlo,y que quedó sobradamente explicado en el discurso que le siguió.
No hace falta creer que Rajoy es Sun Tzu, aunque alguna vez parezca inspirarse en sus dichos, pero desde luego no es ese tontaina que tantos pintan interesada o sectariamente; y además, muchos creemos que ha elegido la mejor opción de las únicas dos que tenía, y no sólo para él, sino para quienes le votaron, y yo diría que en general, pues su paso al lado hace que los que tanto se han negado a hablar con él, se vean obligados a retratarse de verdad y hacer frente a sus contradicciones.
Que puede salir mal, pues claro.
Pero es obvio que de algún modo acertó vistas las airadas reacciones de los concernidos (de vergüenza ajena la réplica histérica de César Luena tildándole de "antisistema" tras un discurso de moderación y sentido común, llamando una vez más a la coalición de los constitucionalistas)
Al día siguiente, y de esa forma habitual que implica no reconocer jamás equivocación alguna, Perico y sus huestes rectificaban a medias en lo de plegarse a las exigencias podemitas, y ponían reparos dignos y viraban a entenderse con el partido de los virginales naranjas, que siguen como de costumbre entre todas las aguas y cantando el "Amo a Laura" como si no tuvieran infiltradas pilinguis de todos los demás burdeles-partidos, y acusando a todo el mundo de no hablar y siendo equidistantes sólo en lo que conviene...pero antes o después tendrán que mojarse, como por otra parte, han hecho ya en las municipales, y no siempre tan castamente como escenifican.
Y ahí sigue la cosa empantanada.
De todas formas, cuando ganó la primera vez Aznar a Felipón por apenas trescientos y pico mil votos, también después de una gran etapa de escándalos de corrupción (y una herencia bastante pocha en lo económico), estuvimos una temporada larga sin Gobierno, pero es verdad que entonces los socialistas permitieron formarlo al más votado y que no se cernían tan negros nubarrones en el panorama europeo y en los mercados, ni era tan general la epidemia de los populismos.
Pero Pableras que tanto quiso emular a su colega griego para esconderlo ahora que se ha visto obligado nada más y nada menos que a rebajar las pensiones y a usar la policía contra los manifestantes, y que se cree con derecho a dar lecciones viniendo de la ideología criminal de la que viene y con los sostenedores que tiene y otras muchas vergüenzas, se cree que todos somos idiotas.
Y Perico, que tan contento viajó al país vecino para copiar su acuerdo tramposo, pese a lo legal tan ilegítimo, debería tomar nota de lo que después ha sucedido por pasarse por el forro la voluntad dictada en las urnas.
Sus compañeros de cierta veteranía, a los que los están locos por pillar sillón aunque sea a costa de que les fagociten, llaman "dinosaurios", parecen tenerlo algo más claro, aunque todo está por ver y todo puede pasar visto lo que estamos viendo...
Sería para comprar palomitas y disfrutar, si no nos jugásemos España y nuestra sociedad.