Galfredo tiene que darse a la cafeína porque se nos queda traspuesto en el gallinero a cuenta de la trifulca de la reformilla; lo que debería es irse preparando un arsenal de Lexatines o Tranquimazines para la papeleta que se le avecina antes de que cierren todas las boticas patrias, porque al paso que va, en las listas van a ir "él y la Elenita"...ya no es que no le "ajunten", sino que le huyen en franca y abierta desbandada, y con poco o ningún disimulo van las "criaturas" abandonando el Titanic sociata.
No es sólo su compañía claro, aunque se pueda colegir que huela a pajarraco muerto, sino que la cosa va más allá y hoy mismo he leído que han dimitido en no sé qué parte de Jaén unos cientos de cargos en bloque, lo que unido a las declaraciones melindrosas de ciertos intelectualoides de pacotilla, y el alma en pena que semeja en lo últimos tiempos ZaParrastro, apesta a fín de ciclo, y esperemos que sea para largo...
Porque la reformilla se queda bastante corta y un tanto evanescente, pero algunos intuyen que se acaba la alfalfa y de ahí el coro de berridos.
Que nadie se engañe con alusiones rimbombantes o presuntamente altruistas apelaciones a la "soberanía popular" y demás que se pasan los que las pían por la entrepierna habitualmente, precisamente lo que más me convence de que la cosa algo de bueno tiene, es la naturaleza y el expediente de los que chillan, salvo excepcionalmente.
Evidentemente, se podrá discrepar de las formas, del momento, de lo pacata, y de todo lo que se quiera, pero la realidad se impone y verdes las han segao, que la ubre se ha secao...resumiendo ampliamente; lo tremendo del caso son las burreces que se escuchan a ambos extremos de la cuerda ideológica, como si los buenos fueran los derrochones y no devolver jamás lo prestado, y los malos los que quieren cumplir lo pactado para que las leyes no sean papel mojado- en qué lugar se ha visto, pobres pazguatos- o se irritan con los incumplidores y no quieren darles más pienso (panda cabronazos explotadores,oyes)
He llegado a leer por ahí que lo malo y la culpa es "del dinero barato", bueno, en parte y según se mire sí, porque mucha más gente podía acceder al crédito, pero ahora va a resultar que lo que mola es que nadie pueda nunca comprarse un piso y que las hipotecas estuvieran al 13% como en ciertas gloriosas épocas del felipato, y como si nuestras estructuras administrativas elefantiásicas, las taifas ombligueras y demás desacatos al sentido común, incluyendo nuestro rígido mercado laboral, no constituyeran el grueso del lote que ha ido a acabar con España en el matadero.
Y que tengamos que aguantar espectáculos entre luctuosos y grotescos de los principales causantes y protagonistas, versión sindicada o nacionalista.
Manda huevos.
El "café para todos" ha muerto, la alfalfa gratis expira, y todos esos nerviosos necios que se vayan tomando una tila.